En un momento u otro de nuestras vidas todos tenemos que hablar en público, y todos queremos ser ser creíbles y seducir a una audiencia.
Por ello es muy importante que formemos a nuestros alumnos en "Oratoria" y no sólo para que se liberen de posibles miedos escénicos, sino también para saber de qué herramientas disponen para ser asertivos, para lograr que el mensaje llegue a los demás de la forma deseada, para poder poder empatizar con el público, es decir... para hablar desde el corazón.
Además, en numerosas ocasiones todos los oradores nos encontramos con situaciones fuera de nuestro control que pueden provocarnos enojo, ira, tristeza, o desgano. Por ello es importante aprender a controlarlas (ya que pueden hacernos retroceder y limitar nuestro potencial) y practicar ya que cada vez que realizamos presentaciones nuestro cerebro almacena y procesa dicho situación como algo beneficioso ¡practicar y ensayar es la estrategia ideal para conseguirlo!
Cuando empezamos con nuestros peques: toma 5 y a nuestro "cámara" le tiembla la mano...¡vaya nervios y qué risas"
Un poquito más alto ¡porfa...!
¡Bien! ¡Seguimos en ello!
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