Como ya hemos comentado en varias ocasiones, en un momento u otro de nuestras vidas todos tenemos que hablar en público, y todos queremos ser ser creíbles y seducir a una audiencia.
Por ello es muy importante que formemos a nuestros alumnos en "Oratoria" y no sólo para que se liberen de posibles miedos escénicos, sino también para saber de qué herramientas disponen para ser asertivos, para lograr que el mensaje llegue a los demás de la forma deseada, para poder empatizar con el público, es decir... para hablar desde el corazón.
No se trata de enseñarles a hablar desde cero, sino de enseñarles a mejorar la capacidad de desenvolvernos en situaciones sociales algo más complicadas, como hacer un éxamen oral, una exposición, participar en equipo, formular preguntas...
Debemos enseñar a nuestros alumnos a hablar, escuchar, leer y escribir; es decir a "comprender y a expresarse".
Aprender a hablar en público no solo mejora las habilidades de comunicación sino que ayuda a aumentar la confianza en los más pequeños. Además, gracias a la oratoria, logran desarrollar otras habilidades importantes como el saber organizarse, debatir, argumentar o defender una idea.
Si queremos que nuestros alumnos en el futuro sean seres autónomos, capaces de pensar por ellos mismos y usar o aplicar su imaginación a las distintas tareas que lleven a cabo en la vida, debemos potenciar en ellos la creatividad que todos tenemos innata.Por ello, es importante dejarles espacio para que inventen, para que simulen situaciones, para que sean ellos mismos sin limitaciones de ningún tipo. A veces somos nosotros los que (sin darnos cuenta) les privamos, les quitamos la oportunidad de serlo con nuestros "no manches, no desordenes, no cojas esto...NO,NO,NO.
Y si como padres también queremos que nuestros hijos sean creativos, la primera condición es dándoles la oportunidad de serlo, dándoles también ideas y materiales para que lleven a cabo distintas actividades..
No se trata de enseñarles a hablar desde cero, sino de enseñarles a mejorar la capacidad de desenvolvernos en situaciones sociales algo más complicadas, como hacer un éxamen oral, una exposición, participar en equipo, formular preguntas...
Debemos enseñar a nuestros alumnos a hablar, escuchar, leer y escribir; es decir a "comprender y a expresarse".
Aprender a hablar en público no solo mejora las habilidades de comunicación sino que ayuda a aumentar la confianza en los más pequeños. Además, gracias a la oratoria, logran desarrollar otras habilidades importantes como el saber organizarse, debatir, argumentar o defender una idea.
Si queremos que nuestros alumnos en el futuro sean seres autónomos, capaces de pensar por ellos mismos y usar o aplicar su imaginación a las distintas tareas que lleven a cabo en la vida, debemos potenciar en ellos la creatividad que todos tenemos innata.Por ello, es importante dejarles espacio para que inventen, para que simulen situaciones, para que sean ellos mismos sin limitaciones de ningún tipo. A veces somos nosotros los que (sin darnos cuenta) les privamos, les quitamos la oportunidad de serlo con nuestros "no manches, no desordenes, no cojas esto...NO,NO,NO.
Y si como padres también queremos que nuestros hijos sean creativos, la primera condición es dándoles la oportunidad de serlo, dándoles también ideas y materiales para que lleven a cabo distintas actividades..
El buen orador debe tener un nivel admirable de creatividad, cuando suba al estrado y exponga sus palabras, debe tener total cuidado de sus movimientos corporales, como también de su lenguaje verbal, es en ese instante preciso que juega un papel fundamental la creatividad.
Nosotros trabajamos ambos aspectos a través de los diarios. Derroche de creatividad e imaginación y grandes avances en nuestras oratorias ¿queréis verlo y escuchar a alguno de ellos?
Aquí os dejamos unas muestras.
Con forma de lapbook, de portada de periódico, con power-point, de juego del parchís, navideños o al estilo Leonardo da Vinci con el "hombre de Vitruvio"
Creativo y pensando en los amigos
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